La unión entre los dos enamorados
inician el ritual,
entre los dos están
ante una autoridad externa,
moderado por el juez
o el sacerdote,
manifestando sus normas
y sus leyes,
constituyendo la relación
y la formación del matrimonio.
Entre una iglesia,
un juzgado
o en otro lugar,
celebran las bodas
tan diferentes
o tan tradicionales en el mundo,
el novio vistiendo de negro galán
y la novia vistiendo de blanca angelical.
El novio y la novia
en un principio no se miran todavía,
le acompañan su madrina
y su padrino,
caminando hasta
en el interior de una iglesia,
llegando hasta el buen sacerdote
como moderador de la celebración,
el novio lleva una flor en el pecho
en su traje de galán,
la novia lleva el ramo en la mano
entre las damas del honor,
miran atentos al buen sacerdote
diciendo los discursos y los manifiestos
fomentando el cosecho del matrimonio,
los niños/as llevan los anillos de oro
para dárselos a los novios,
intercambiando el uno
y el otro en el dedo medio.
El ritual da mucha emoción
en el amor y en la pura melancolía,
produciendo el enamoramiento
de dos seres muy comprometidos,
diciendo él que "si quiero"
y ella que si quiere,
el compromiso no es obligado
ni es necesario en la vida,
el que quiera o el que no,
nadie esta obligado
a nada en cuestión.
Los novios se miran
ya a la cara,
se besan
y se palpitan en sus corazones,
quedaron declarados
sobre el manifiesto del sacerdote
como marido y mujer,
vivieron muy felices
y comieron muchas perdices
hasta que la muerte los separe.
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