Uno y una son dos,
un chico y una chica
se llegan en un día de repente por si solos,
se miran entre sus caras atónitas
palpitando bombones de corazones valientes,
se miran en sus bellos rostros
tan emocionados y sentimentales,
algo que no se busca y no se encuentra por ningún sitio,
que a veces nos llega un día cualquiera,
encontrarse en un apareamiento por casualidad,
algo que es difícil y complicado
pero de una vida intensa,
el placer de mirarse a los ojos,
de besarse en sus labios
respirando tan hondo,
abrazando entre los brazos,
deseando de mis latidos cardiacos
de un casual encuentro amistoso,
nos agarran de nuestras manos,
nos fusionan y van naciendo los engendros,
nos viven demasiado juntos
dedicados a la necesidad del tiempo,
algo que no es muy necesario
estar completamente enamorado,
el que quiera estar enamorado,
que se enamora y que viva en casa de los padres de ella,
pero enamorarse es muy bonito,
es hermoso y maravilloso,
entre poemas y canciones escritas,
más que amor es con todo frenesí.